El mundo no quiere un líder.
Erase una vez un mundo, donde la paz reinaba, las peleas entre sí finalizaban siempre con regalos y abrazos. Se divertían, comían lo que querían y dormían largas horas. Todo era muy alegre, las calles tenían cristales de colores por el suelo, las señales y los carteles lucían bonitas luces de colores y diversas pinturas. Hasta que un día decidieron no hacer un torneo, consistía en perder contra un solo concursante y mandar sobre todo el mundo, y a que me refiero con perder contra un solo concursante, me refiero a perder contra el líder. El líder, era el único que se presentaba débil, flojo y no sabía cómo hacer que reinara la guerra, ya que él era malo y mentiroso. No había ni una persona en la lista, y eso que todos los habitantes eran fuertes e inteligentes. Pero el rey tenía dos fuertes guerreros, y nadie quería que los guerreros le encarcelaran.
Una vez terminado el torneo, ganó el rey, como todos sabían que iba a ganar el rey no se sorprendieron en absoluto. Y justo cuando el rey iba a salir del campo victorioso¡¡paffff…!! apareció un duende, el duende era feo, viejo y un poco tonto, y dijo el duende yo no quiero que vuelva a ver guerras así que te voy a quitar a tus dos guerreros y a ver qué haces sin ellos ¡¡paffff…!! Desapareció el duende. Cuando desapareció le faltaban su dos caballeros y se dijo a si mismo que voy a hacer, sin mis dos caballeros.
Una vez que el mundo se entero que su rey no tenía a sus dos caballeros, lo encerraron y desde entonces siempre reinó la paz.
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