jueves, 14 de octubre de 2010

Cuento de Antonio Almansa Jiménez

 El mundo del tiempo

Erase una vez un mundo llamado el mundo sin tiempo donde un segundo era un siglo, los peces andaban, las ranas volaban... Todo tenía vida: una piedra, un palo, una hoja de papel incluso un coche de juguete.
Y  había un juguete en especial, era un tablero de ajedrez con sus piezas de ajedrez y todo.                                                                                   
Un día un sabio arbusto, llamado Víctor, le dijo al tablero por qué no vas a ver a tu amiga Laura la ballena últimamente no has hablado mucho con ella y está muy triste. El pequeño tablero de ajedrez le dijo vale iré a verla.                                                                                                                                                          Cuando llego Laura le dio un abrazo al verlo y dijo que bien que hallas venido, si quieres podemos jugar al escondite en el bosque ¡Muy bien! dijo el tablero de ajedrez subamos la montaña y llegaremos al bosque.
Los dos amigos se dirigían al bosque cuando apareció el arbusto agitando las demás hierbas y dice el arbusto yo que vosotros no subiría a ese bosque ahora los árboles están muy enfadados por tener que vivir en lo alto de una montaña y están lanzando palos y ramas a los que se acercan.
Joooo…  Dijo Laura con las ganas que tenia de jugar al escondite con Juan, el tablero de ajedrez.  Juan que era muy listo se quedo pensando un momento porque no nos vamos al mundo del tiempo.                                                                                                                                    
Laura después de pensárselo dos veces dijo ¡Sí! Iremos seguro que allí nos lo pasaremos muy bien verdad que nos dejaras ir Víctor. Yo que vosotros no iría ese mundo es muy peligroso para vosotros dos aunque yo soy un arbusto de 1.000 años y nunca he ido allí. Entonces nos dejas ir dijo Laura, Si dijo Víctor ¡Bien! grito Laura.
Vamos Juan si queremos que nos dé tiempo a jugar tenemos que darnos prisa o no lo conseguiremos ¡Corre!
Una vez en el mundo sin tiempo apareció un cartel:
PELIGRO A LOS DEL MUNDO SIN TIEMPO
GRACIAS
Juan estas seguro de que debemos entrar aquí, pues ahora que lo dices no sé muy bien si deberíamos entrar o no, dudó Juan.                                                                                                                                              Bueno  entramos o qué dijo Laura. Si, dijo Juan                                                                            
Una vez dentro,  mira esa montaña, ¿pero Laura no está demasiado alta para nosotros dos? Ah y recuerda que nadie antes que nosotros había subido a esa monta tan peligrosa, mira si es peligrosa que si te caes por ese arrollo te puedes quedar inconsciente… entonces Juan vas a venir a jugar conmigo o no, le interrumpe Laura sí que voy a iré a jugar contigo pero recuerda lo que dijo el viejo arbusto este mundo es muy peligroso.
Y así siguieron y siguieron subiendo la montaña hasta que llegaron ha la cima donde había otro cartel que decía: 
SE ACONSEJA NO METERSE EN LA CUEVA DEL TIEMPO
No entiendo la última frase, es verdad yo tampoco esta tachada, bueno entremos.
Una vez en la cima, dijo Juan vamos a jugar al escondite, vamos a decidir quién se la queda  ¿echando una moneda vale? yo seré cruz dice Juan, vale  yo cara. Venga déjame a mí tirar la moneda, una vez la moneda en el suelo pone:
                                                               5
¡Bien he ganado! Dice Juan te toca contar a ti Laura, vale empiezo a contar ya:                       Uno, dos, tres, cuatro, cinco… Mientras tanto Juan buscaba un escondite donde esconderse y de repente cuando no parecía haber ningún escondite posible ve una cueva por donde empieza el arroyo y dice me esconderé en ella y no me encontrara, una vez dentro de la cueva ve millones de millones de relojes enormes girando como si a todos los hubieran acompasado en la sala sonaba un tic, tac, tic, tac… Valla dice impresionado Juan es como si el tiempo pasara más rápido, fue corriendo a decírselo a su amiga la Lura mira Lura dice Juan ves que bonita es la cueva ojala cuando volvamos ha casa el arbusto nos crea cundo le contemos lo que nos ha pasado hoy.                                                                                                                                                               Estuvieron un rato viendo todo lo que había en esa sala pasaron horas y horas observando las paredes, el suelo y el techo hasta que de repente se cierran la puertas y aparece un hada bellísima y dice, no deberíais de estar aquí en esta cueva porque esta cueva es lo contrario de vuestro mundo aquí el tiempo es un millón de veces mas rápido que en vuestro planeta, debéis volver y cuanto antes si queréis seguir viendo vivos a vuestros amigos, o no dice Juan Víctor puede haber muerto, hada por favor no puedes hacer nada para que Víctor vuelva a estar vivos dice Laura aun puedo hacer algo pudo daros  mi varita mágica aunque ahora solo me queda un deseo debéis de pensároslo bien antes de pronunciar uno por que una vez usado el deseo no hay vuelta atrás, espero  que os sirva, Lura ya lo has pensado porque a mí no se me ocurre ninguno tengo uno pero no sé si funcionara, cual es Laura pues es yo desearía que ‘’nada de esto pasara’’ puf en un segundo varita se puso amarrilla y nada de esto ocurrió por y esa es la razón por lo que esta historia paso hace un milisegundo.

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