Era se una vez en un milisegundo, un arroyo en el que era todo al revés.
Las ajedreces hablaban, las ballenas flotan y los arbustos andaban y todos eran muy felices. Pero un día la ajedrez Juana se hartó por que no paraba de subir y bajar las escaleras para traerle la ropa a la ballena Bella y para traerle los zapatos al arbusto Justo. Un día Juana se escapó sin que nadie la viera. Agitó su zumo de naranja y bebió un poco para el largo viaje. Andando miles y miles de kilómetros vio una pequeña isla donde vivía una niña muy pobre a la que obligaban a recoger la ropa sucia también. Entonces pensó que no pasa nada por tener un poco de responsabilidad y decido volver al arroyo y todos estaban muy preocupados por el. La ballena Bella y el arbusto Justo decidieron no presionarle tanto y todos incluido Juana vivieron muy felices y comieron perdices .
Fin
super chulo
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